La suerte, aliada indispensable para conseguir éxitos, no está acompañando a José Antonio Suárez en lo que llevamos de temporada; las averías mecánicas se han cruzado en el camino del piloto asturiano impidiéndole finalizar los tres últimos rallyes en los que ha tomado parte. Si en Tineo la cusa del abandono fue un fallo en el motor y en Cerdeña la fisura del cárter le obligó a retirarse, el pasado fin de semana fue la rotura de un palier lo que abocó al joven piloto asturiano a tomar pie a tierra cuando marchaba líder entre los vehículo de tracción simple en el Rallye da Terra Chá, segunda cita del Regional Gallego de la especialidad.
A pesar de todo ‘Cohete’ no le da la espalda al optimismo y confía en que la mala racha, tan pronto como ha venido, se vuelva a ir. «Es cierto que no estamos teniendo suerte con la mecánica este año. El Ford Fiesta R2 es un vehículo muy rápido, que te permite mucho, especialmente en asfalto, pero es una montura nueva para nosotros y debemos ir adaptándonos a él y conociendo los límites del coche poco a poco: esa es la razón por la que estamos corriendo otros rallyes al margen del Mundial«, explicaba el asturiano.
Suárez prefiere mirar hacia delante y centrarse en lo que está por venir. El próximo compromiso que tiene apuntado en su agenda es el Rallye de Ourense -el pasado año logró allí su primer triunfo en la Challenge Renault-, quinta prueba del Nacional de Asfalto, donde prevee estar presente con el Ford Fiesta R2 de RMC.
Además de eso el piloto de Pravia espera participar con el vehícuo del preparador lonés en el Rallye de Estonia (15-16 de Julio), cuyos tramos presentan unas características similares a las del Rallye de Finlandia, tercera prueba puntuable para la WRC Academy que se celebrará el último fin de semana de Julio. «Queremos estar lo mejor preparados posibles para los dos tercios que restan de nuestro programa mundialista«, ha dicho Suárez, que sigue soñando con poder pilotar un S2000.