Kalle Rovanperä ha conseguido su segunda victoria consecutiva en el Rallye de Estonia, después de realizar un rallye sobresaliente que le ha permitido conseguir su quinta victoria en el Campeonato del Mundo de Rallyes.
Hace doce meses se convirtió en el ganador de rallyes más joven del WRC con la victoria en Estonia, y la victoria de hoy le ha acercado un poco más a convertirse en el campeón más joven en los 50 años de historia.
El finlandés de 21 años terminó la con una ventaja de 1 minuto sobre su compañero de equipo, Elfyn Evans, y amplió su ventaja en el campeonato a 83 puntos después de siete pruebas.
Evans dominó inicialmente, pero Rovanperä se puso en cabeza en el último tramo del viernes. Tras afinar la puesta a punto de su coche el sábado, logró siete mejores cronos consecutivos para distanciarse del galés y doblar su ventaja.
La lluvia volvió a hacer que las condiciones fuesen resbaladizas en el último tramo del domingo, pero Rovanperä no dio ni una sola opción a sus rivales. Ganó la Power Stage con una asombrosa diferencia de 22,4 segundos para obtener los máximos puntos de bonificación. Tal fue su dominio que ganó 14 de los 24 tramos del rallye.
«Ha sido genial de nuevo y gracias a Jonne mi copiloto porque ha sido un fin de semana difícil pero hemos pilotado realmente bien», dijo un eufórico Rovanperä. «Disfrutamos de cada rallye y, aunque tenemos que esforzarnos porque la presión siempre es alta, lo estamos gestionando bien».
Evans prácticamente reconoció su derrota el sábado por la noche y cualquier esperanza que le quedara de alcanzar a su compañero de equipo se extinguió en el segundo tramo del domingo, cuando hizo un trompo y perdió casi 10 segundos.
El doblete de Toyota amplió la ventaja de la clasificación de constructores del actual campeón Toyota Gazoo Racing a 87 puntos.
El héroe local Ott Tänak completó el podio a 54,8 segundos de distancia en un Hyundai i20 WRC. Nunca pareció amenazar a los que iban por delante, ya que tuvo que lidiar con problemas de pilotaje, pero el cuatro veces ganador de Estonia fue más que suficiente para terminar como el mejor del resto.
Su compañero de equipo, Thierry Neuville, tuvo problemas similares, pero mantuvo la cabeza fría para terminar casi dos minutos más atrás, en cuarto lugar, a pesar de un roce con unos arbustos el domingo y un trompo.
La quinta posición fue la recompensa de Takamoto Katsuta tras recuperarse de un vuelco en el shakedown, que requirió frenéticas reparaciones de carrocería por parte del equipo Toyota. El piloto japonés terminó a 20,1 segundos de Neuville y 35,7 segundos por delante del GR Yaris de Esapekka Lappi.
Las esperanzas de Lappi de acabar entre los cuatro primeros terminaron cuando tuvo un pinchazo tras un fuerte aterrizaje el sábado. El finlandés cayó a la séptima posición, pero ganó dos tramos en el último día y superó al Ford Puma de Adrian Fourmaux en el último.
El resultado supuso un alivio para el francés Fourmaux después de una complicadísima mitad de temporada en la que registró cuatro abandonos en seis pruebas.
Fue un día final decepcionante para M-Sport Ford. Pierre-Louis Loubet se retiró tras golpear una piedra en el tramo inicial y romper la suspensión delantera izquierda de su Puma, mientras que Gus Greensmith abandonó tras la siguiente especial con un problema de transmisión.
Las tres últimas plazas fueron ocupadas por pilotos de la categoría de soporte WRC2. Andreas Mikkelsen aguantó la embestida de Teemu Suninen para conseguir la octava plaza, mientras que Emil Lindholm se hizo con la décima después de que Marco Bulacia acompañado por Diego Vallejo se saliese de pista en la penúltima especial.
El WRC no se moverá del norte de Europa para celebrar el Rallye de Finlandia el próximo mes. La octava prueba de la temporada tendrá lugar en Jyväskylä del 4 al 7 de agosto.