Después de correr
mucho en el rali anterior, nuestro rali, llegábamos a una de las citas más
importantes del campeonato, el rali de Narón, para mi una de las carreras mejor
organizadas con una gente al frente a la que en estos años le ha faltado un
poco de suerte y a la que deseo lo mejor.
Las previsiones meteorológicas y lo
largo que iba a ser el día debido al
número de tramos, muchos nuevos, y kilómetros a recorrer hicieron que saliéramos por la mañana con un
planteamiento de ir a más y esperar acontecimientos. Así fue, en los dos
primeros tramos Luís no iba cómodo con
una suspensión demasiado blanda que no ofrecía ninguna confianza por su forma
de conducir. De hecho tuvimos algún susto inicial por este motivo. Tras la
primera baja de Burgo el rali era cosa de tres. En estos compase iniciales
veíamos como estábamos cerca de Meira sin grandes esfuerzos. En el primer reagrupamiento Meira tiene que
encender el coche empujándolo, circunstancia que en nuestro campeonato es
sancionable con 30 segundos de penalización. Sin saber si la iban a aplicar
afrontamos más centrados el segundo bucle. El tramo 5 nos está saliendo
perfecto hasta que llegamos a una frenada y nos salimos, no siendo los únicos
ni los primeros que sufrimos este percance en esta fatídica curva. Tras el
tiempo perdido y con la penalización de Meira confirmada llegamos al ecuador
del rali con Iván en cabeza y nosotros detrás.
El primer tramo de la tarde, el
de Valdoviño, es para mi el clave. Está lloviendo. Iván sale con ceros y
nosotros con mixtas. Luis, ya cómodo con el coche, se tira y hacemos un tiempo
estratosférico, a priori era lo que parecía, endosándole a Iván 24 segundos de
una tacada y a Meira 12. Después de esto y creyendo en nuestras posibilidades
volvemos a hacer en el siguiente el scracht, metiéndole a Iván otros 7 segundos.
Antes del tercer tramo de este bucle se producen unos hechos que me voy a
reservar porque siento vergüenza ajena recordándolos, propios más de una
película o de niños pequeños que no saben perder. Aún asi, después de ir
tranquilizando a mi piloto durante todo el tramo continuamos imparables y nos
ponemos líderes del rali con un margen de 2 escasos segundos. En el último
reagrupamiento se verifican los coches turbo de oficio, ninguna anomalía por más
que algunos se empeñen en que las hay y continúen con las presiones. En la
segunda pasada por Valdoviño donde antes
les habíamos arrancado la cabeza volvemos a hacer el scracht pero esta vez,
curiosamente, Iván mejora su tiempo unos 15 segundos. Entonces mi pregunta
es: ¿SE PODÍA CORRER MÁS, COMO NOSOTROS EN LA PRIMERA PASADA, O NO?. El que sepa
de carreras que saque sus conclusiones. En el siguiente tramo de nuevo scracht,
aumentando notablemente la ventaja sobre Iván al cometer éste un error y perder
unos 40 segundos. Último tramo y victoria.
Por si aún no estaban contentos los
que piensan que sólo saben correr ellos, se verifica el coche de nuevo de
oficio y….todo en regla. Ganamos el rali, todo salió perfecto, sólo esperamos
el reconocimiento público de perdón de quienes trataron de aguarnos la fiesta
INJUSTAMENTE, y lo están haciendo. Menos mal, por un momento pensé que ganar el
rali estaba siendo una pesadilla…