En España es deporte nacional la crítica destructiva, y últimamente en nuestro deporte está muy presente. Hoy intentaremos repasar la envidiable situación del nacional.
Sí, envidiable, pues hace excasos años veíamos como pruebas del campeonato de asfalto apenas juntaban 25 coches, toda vez que la Copa Suzuki descartaba algunos rallys. Este año, con la normativa FIA y el cambio generalizado de montura entre los pilotos la igualdad es la mayor vista en los últimos años.
Desde un principio de temporada se ha visto como los veteranos gallegos Pedro Burgo y Sergio Vallejo sucumbían ante el ritmo de los más jóvenes: C.García, Iván Ares y Surhayen Pernía (este último quizás discutible). A la par, comenzaban a leerse comentarios poco respetuosos con la trayectoria y quizás faltando al respeto que unos deportistas como Burgo y Vallejo se merecen.
«Sólo sabía correr con el mejor coche», «Estos viejos están acabados», «Han tenido que llegar unos coches iguales para que los jóvenes los pusieran en su sitio»…y podríamos seguir un largo tiempo. Las redes sociales, ese ente que hoy en día es fundamental, y fiel reflejo de lo que la sociedad opina y piensa sobre algún tema, para lo bueno y lo malo.
Lamentablemente en nuestro deporte quizás se esté instaurando un poco la actitud «radical» propia de muchos hinchas de fútbol, anteponiendo sus colores con o sin razón, e incluso llegando a enfrentarse entre ellos. El propio Pedro Burgo ha declarado este fin de semana que no está preparado para el ritmo actual, aunque todavía en su cabeza están todas las ganas y esfuerzos intactos. Sergio Vallejo cedía su coche en el pasado Rallye de Ferrol, argumentando no sentirse motivado, y precisando un descanso para volver con más ganas que nunca.
Actitudes que engrandecen a los pilotos y al deporte del motor en general y que sobre todo cuesta ver en otros deportes con más seguimiento en nuestro país, todos excepto el nacional: la critica destructiva.
El duelo Ares-García también tiene miga. Dos pilotos jóvenes, con coches punteros y que hacen las delicias de los aficcionados desde el kilómetro cero. Por contra, al mismo tiempo que nacía el duelo, los aficcionados y algunos medios comenzaban a «echar mierda» sobre la lucha. En Canarias saltaba la liebre con una reclamación que finalmente el propio Ares reconocía no haber efectuado. La actitud de Cristian e Iván siempre ha sido cordial, respetuosa y de dos amigos que lo único que buscan es superarse, y con ello están adquiriendo un gran nivel de conducción.
Ahora, tras un abandono que quizás sería anecdótico en otra situación, esta vez ha sido casi traumático y apocaliptico. «Iba atacando», » si conservara no le pasaría», «le pudo la presión»… cuando lo cierto es que es el primer abandono en el Nacional de Asfalto desde el año 2014, cuando todavía disputaba la BKRMC.
Quizás no vendría mal recordar temporadas no tan pasadas, en las que en los mejores casos dos pilotos veteranos (con todo el respeto que se merecen) luchaban entre ellos dos, sin más competencia, como fué el año de Sergio Vallejo o Miguel Fuster por no recordar en año que Luis Monzón conseguía una victoria tras otras a los mandos del Mini WRC y donde lo más interesante era ver quién sería el segundo clasificado de la prueba.
Con esto lo único que queremos decir, es que le debemos estar muy agradecidos a todos los pilotos que este año nos están brindado el Campeonato más competido y emocionante de los últimos años, pues sea en la lucha por la victoria o las diferentes categorías, siempre hay una pelea por la cual valga la pena seguir cada kilómetro de rallye.
*Fotos: MFoto.es, Revista Scratch y Motorín_Rallye (Twitter).