Dos nombres quedarán para la extensa historia de la Subida a Chantada, el de los dos pilotos que triunfaron en los certámenes que componían la prueba. Por un lado, en el Campeonato de España de Montaña con victoria para el cántabro Mario Asenjo (Nova NP03) y por el otro el Trofeo Patatas Fritas Jalys de los pilotos autonómicos, en el que Jacobo Senín además de vencer logró el mejor tiempo en los registros finales (lejos del récord que el pasado año marcaba el italiano Christian Merli con un estratosférico 01:38:527) parando el crono en 01:44.178.
En el Campeonato de España de Montaña AUTOhebdo SPORT tres son las categorías que lo componen. La más rápida de ellas resultó ser la II, con Mario Asenjo y su Nova NP03 como vencedores, seguido de Pablo Vázquez en un Wolf GB08 S, y tercero finalmente el lucense José Antonio Alonso Liste que estrenaba un Dallara F309.
La categoría I, los turismos, fue para el asturiano Javi Villa que con su BRC 205T se impuso a su paisano José Antonio López Fombona y el Audi Audi RS 5 DTM cerrando el podio el andorrano Gerard de la Casa con el Ford Fiesta.
En lo referente a la Categoría III el asturiano Benito Perez Llende (BRC B59) subió a lo más alto del podio tras una intensa lucha con el catalán Jordi Vilardell y su Demon Car R32 EVO que remató segundo, cerrando en el tercer cajón el vasco Aitor Manso con BRC B49.
TROFEO PATATAS FRITAS JALYS
Jacobo Senín no tuvo rival en el apartado autonómico, imponiendo su autoridad con casi 27 segundos de diferencia al segundo clasificado, además de en tiempos ser el vencedor general de la Subida, superando en casi 9 segundos a Mario Asenjo. La segunda plaza en este trofeo Patatas Jalys fue para Antonio Martínez con un Jedi MK 6 mientras en la tercera posición remataba el vencedor la pasada temporada Miguel Gayoso con una barqueta Dicode BFR.
En el apartado de turismos Jorge Pérez ganó la batalla de los Porsche 911 GT3 al lucense Sergio Vallejo, con una distancia final de cinco segundos y medio, situándose en la tercera posición el carismático Manuel Senra con un Peugeot 308 TCR.
La 50 edición de la Subida a Chantada resultó todo un éxito tanto organizativo como deportivo, contando con una afluencia masiva de público y sin incidencias a resaltar en un fin de semana en el que el tiempo acompañó -como viene siendo habitual en la ribera chantadina- un espectacular escenario para la práctica y disfrute del automovilismo. Se cerró así el medio siglo de vida de una prueba que tiene mucho por contar aún en la historia del deporte gallego y español.